Gracias a Dios por la noche de hoy, gracias a todas por haber venido, gracias por sus comentarios y por sus testimonios, siempre son de mucha ayuda para todas las que escuchamos.
Hoy seguimos hablando de Jesús, como siempre deberiamos de hacer y hoy hablamos de su obediencia perfecta y como nosotras como sus seguidoras debemos seguir lo mejor que podamos ese ejemplo de obediencia, de sacrificio y ayudarnos las unas a las otras para poder seguir este ejemplo de sumisión completa. No podemos ver a Cristo pero podemos reflejarlo, tenemos su Espirítu que nos ayuda a sobre llevar las cargas de la vida cotidiana y las tentaciones que día a día tenemos y Él nos da la fortaleza hasta de ayudar a las personas que estan a nuestro alrededor, a animarlas, exortarlas, confrontarlas.
Tratemos de ser más obedientes a Dios, y esto lo podemos lograr por someternos a Él por arrepentirnos y bautizarnos allí empieza todo y sigue por buscar una relación más íntima con Él por orar, leer la Biblia, ayunar y ayudar a otros a conocerle.
El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.1Juan2:6
Si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas sobre los impuros, santifican para la purificación de la carne, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por medio del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará de obras muertas nuestra conciencia, para que sirvamos al Dios vivo! Hebreos 9:13-14
Al que no cometió ningún pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que en él nosotros fuéramos hechos justicia de Dios. 2 Cor 5:21
Hermanos, cuiden de que no haya entre ustedes ningún corazón pecaminoso e incrédulo, que los lleve a apartarse del Dios vivo. Más bien, anímense unos a otros día tras día, mientras se diga «Hoy», para que el engaño del pecado no endurezca a nadie. Nosotros hemos llegado a participar de Cristo, siempre y cuando retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio. Hebreos 3:12-14
Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Así como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid y ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes nada pueden hacer. El que no permanece en mí, será desechado como pámpano, y se secará, y será recogido y arrojado al fuego, y allí arderá. Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá. En esto es glorificado mi Padre: en que lleven mucho fruto, y sean así mis discípulos. Juan 15: 4-8
Dios nos mantega unidas a Él y las unas a las otras.
Las quiero mucho y que Dios las bendiga.
Jackie C.