Gracias a todas por haber venido, gracias por su participación y por sus comentarios.
Hoy el estudio se enfoco en la parte del mensaje del domingo en que Dios se hizo hombre y al igual que nosotros padeció y sufrió, pero Jesús sufrió tanto que ni nosotras podriamos soportar, es más ni podemos soportar ver una película que refleja una mínima parte de lo que Él sufrió. Y lo hizo no solo para salvarnos si no también para darnos el ejemplo de que nosotros somos capaces de sorportar más de lo que pensamos, y Él se sometió a tal sufrimiento sin pecar, así que tomemos nuestra cruz y sigamos a Jesús.
¿Quién ha creído a nuestro anuncio?¿En quién se ha manifestado el brazo del Señor? Crecerá ante él como un renuevo, como raíz en tierra seca. No tendrá una apariencia atractiva, ni una hermosura impresionante. Lo veremos, pero sin atractivo alguno para que más lo deseemos. Será despreciado y desechado por la humanidad entera. Será el hombre más sufrido, el más experimentado en el sufrimiento. ¡Y nosotros no le daremos la cara! ¡Será menospreciado! ¡No lo apreciaremos!
Con todo, él llevará sobre sí nuestros males, y sufrirá nuestros dolores, mientras nosotros creeremos que Dios lo ha azotado, lo ha herido y humillado. Pero él será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones! Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados. Todos perderemos el rumbo, como ovejas, y cada uno tomará su propio camino; pero el Señor descargará sobre él todo el peso de nuestros pecados. Se verá angustiado y afligido, pero jamás emitirá una queja; será llevado al matadero, como un cordero; y como oveja delante de sus trasquiladores se callará y no abrirá su boca. Sufrirá la cárcel, el juicio y la muerte; ¿y quién entonces contará su historia, si él será arrancado por completo de este mundo de los vivientes y morirá por el pecado de mi pueblo? Se le dará sepultura con los impíos; morirá en compañía de malhechores; a pesar de que nunca hizo violencia a nadie, ni jamás profirió una sola mentira.
Pero al Señor le pareció bien quebrantarlo y hacerlo padecer. Cuando se haya presentado a sí mismo como ofrenda para la expiación de pecado, verá a su descendencia, tendrá una larga vida, y por medio de él se verá prosperada la voluntad del Señor. Verá el fruto de su propia aflicción, y se dará por satisfecho. Mi siervo justo justificará a muchos por medio de su conocimiento, y él mismo llevará las iniquidades de ellos. Por eso yo le daré parte con los grandes, y él repartirá despojos con los fuertes. Porque él derramará su vida hasta la muerte y será contado entre los pecadores; llevará sobre sí mismo el pecado de muchos, y orará en favor de los pecadores. Isaias 53
Gracias Señor por mí Señor
Que tengan un buen resto de semana y nos vemos el viernes, recuerden venir bien abrigaditas 🙂
Dios las bendiga;
Jackie C.