La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella;
el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.
Pues él echó los cimientos de la tierra sobre los mares
y los estableció sobre las profundidades de los océanos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en su lugar santo?
Solo los de manos limpias y corazón puro,
que no rinden culto a ídolos
y nunca dicen mentiras.
Ellos recibirán la bendición del Señor
y tendrán una relación correcta con Dios su salvador.
Gente así puede buscarte
y adorar en tu presencia, oh Dios de Jacob.
Salmos 24:1-6