WOW ya estamos en el mes de Diciembre, Gracias Señor por darnos un buen año, gracias a todas por haber venido y participado de éste estudio, gracias a Dios por ponernos ese deseo de estudiar su palabra en comunidad.
Que buen estudio el de hoy. Hoy estudiamos el tema de la reunión del domingo, como humanos siempre estamos buscando aprobación de las personas que nos rodean, con buenos o malos motivos buscamos aprobación, a veces lo hacemos por orgullo, otras veces lo hacemos por culpa y condenación, en algunas ocaciones lo hacemos por demostrarle algo a alguien, a veces el mismo pecado nos hace buscar aprobación de otras personas.
Hoy vimos que Dios aprueba de nosotros, no importa cuanto hagamos o cuanto fallemos, Él nos ama y nos da su aprobación, también vimos que Dios nos ha dado ese deseo de querer y hacer las cosas, y pusimos ejemplos tan sencillos como poner sillas en la iglesia, lo hacemos de corazón y porque Dios mismo nos ha puesto ese deseo en el corazón, no porque ganemos algo, ni por ser vistos, o porque vamos a recibir dinero por el trabajo que hacemos sino que lo hacemos porque Él ha puesto ese deseo en nuestro corazón de hacerlo, fuimos creados para hacer buenas obras que Él ha predispuesto de antemano para que nosotras las hicieramos y se siente tan lido servir a nuestro Dios. Ese sentimiento es indescriptible y nos llena de satisfacción y ese mismo sentimiento viene de Dios.
Todo esto es mejor explicado en Efesios 2
A ustedes, él les dio vida cuando aún estaban muertos en sus delitos y pecados, los cuales en otro tiempo practicaron, pues vivían de acuerdo a la corriente de este mundo y en conformidad con el príncipe del poder del aire, que es el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Entre ellos todos nosotros también vivimos en otro tiempo. Seguíamos los deseos de nuestra naturaleza humana y hacíamos lo que nuestra naturaleza y nuestros pensamientos nos llevaban a hacer. Éramos por naturaleza objetos de ira, como los demás. Pero Dios, cuya misericordia es abundante, por el gran amor con que nos amó, nos dio vida junto con Cristo, aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados (la gracia de Dios los ha salvado), y también junto con él nos resucitó, y asimismo nos sentó al lado de Cristo Jesús en los lugares celestiales, para mostrar en los tiempos venideros las abundantes riquezas de su gracia y su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie. Nosotros somos hechura suya; hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que vivamos de acuerdo con ellas.
Reconciliación por medio de la cruz
Por lo tanto ustedes, que por nacimiento no son judíos, y que son llamados «incircuncisos» por los que desde su nacimiento han sido físicamente circuncidados, deben recordar esto: En aquel tiempo ustedes estaban sin Cristo, vivían alejados de la ciudadanía de Israel y eran ajenos a los pactos de la promesa; vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza. Pero ahora, en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz. De dos pueblos hizo uno solo, al derribar la pared intermedia de separación y al abolir en su propio cuerpo las enemistades. Él puso fin a la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo, de los dos pueblos, una nueva humanidad, haciendo la paz, y para reconciliar con Dios a los dos en un solo cuerpo mediante la cruz, sobre la cual puso fin a las enemistades. Él vino y a ustedes, que estaban lejos, les anunció las buenas nuevas de paz, lo mismo que a los que estaban cerca. Por medio de él, unos y otros tenemos acceso al Padre en un mismo Espíritu. Por lo tanto, ustedes ya no son extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, y están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, cuya principal piedra angular es Jesucristo mismo. En Cristo, todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para llegar a ser un templo santo en el Señor; en Cristo, también ustedes son edificados en unión con él, para que allí habite Dios en el Espíritu. Efesios 2:1-22
porque Dios es el que produce en ustedes lo mismo el querer como el hacer, por su buena voluntad. Filipenses 2:13
Te damos gracias Padre por el deseo que has puesto en nuestro corazón de servirte, gracias por la cruz, te pedimos que cada día nos des tanto el querer como el hacer, te pedimos que no creamos las mentiras de Sátanas y nos libreres de la condenación que sentimos cuando no hacemos las cosas bien, y que nos ayudes a ser más y más como Jesús, en su nombre te pedimos todo ésto, Amén.
Feliz 10 meses a Raulito y feliz cumpleaños a nuestra querida Kari, se le quiere mucho.
Que pasen un feliz resto de semana, las quiero mucho, Dios las bendiga.
Jackie C.