Estudio 15 de Oct. 2014

Gracias Señor por tan linda reunión , gracias Señor por cuidar y proteger a éste grupo, por traer gente que ama tu palabra y desea de corazón obedecerla.

El próposito de el estudio fue a aprender a decir si de antemano a Dios, Si realmente confiamos en Dios, sabemos que Él desea lo mejor para nosotros y para las personas que Él ha puesto en nuestras vidas (esposos, hijos, vecinos, compañeros de trabajo etc.). Obedecer  a Dios trae bendiciones para nosotros y los que estan al nuestro alrededor e incluso a futuras generaciones y lo mismo pasa cuando le desobedecemos trae consecuencias negativas para nosostros, para la gente en la que tenemos influencia y para las futuras generaciones.

En la historia de Abraham vimos el efecto que tuvo su vida y en la vida de nosotras por haber dicho sí a Dios. Dios le dio la promesa de que su desendencia iba a ser un pueblo numeroso y que por el serian benditas todas la naciones (allí estamos incluidas nosotras) por medio de él vino la salvación al mundo, de su linaje nació nuestro Señor y redentor, Jesucristo.

Pero el Señor le había dicho a Abrán: «Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.Yo haré de ti una nación grande. Te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan; y en ti serán benditas todas las familias de la tierra.» Génesis 12:1-3

Por segunda vez, el ángel del Señor llamó a Abrahán desde el cielo y le dijo: «Yo, el Señor, he jurado por mí mismo que, por esto que has hecho, de no negarme a tu único hijo, ciertamente te bendeciré; multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar; ¡tu descendencia conquistará las ciudades de sus enemigos! En tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, por cuanto atendiste a mi voz.» Génesis 22:15-18

Por la fe, Abrahán obedeció cuando fue llamado, y salió sin saber a dónde iba, y se dirigió al lugar que iba a recibir como herencia. Por la fe, habitó en la tierra prometida como un extraño en tierra extraña, y vivió en tiendas con Isaac y Jacob, quienes eran coherederos de la misma promesa; porque esperaba llegar a la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe, Sara misma recibió fuerzas para concebir, aunque era estéril, y dio a luz, aun cuando por su edad se le había pasado el tiempo, porque creyó que era fiel quien le había hecho la promesa. Por eso también, de un solo hombre, que ya estaba casi muerto, llegó a tener una multitud de descendientes, tan numerosos como las estrellas del cielo y tan incontables como la arena que está a la orilla del mar. Hebreos 11:8-12

Señor te pedimos que nos des la fe de decir SI, te pido que guardes nuestro corazón de desobedecerte, ayudanos Padre a escuchar tu voz y no endurecer nuestros corazones a tu llamado, te lo pedimos en nombre de tu hijo amado, Jesucristo, amén.

Que pasen un buen resto de semana, las quiero mucho;

Jackie C.

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