Gracias Señor por tan excelente estudio, gracias por las buenas amistades y hermanas en Cristo que nos reunimos cada miércoles. Gracias por el estudio de hoy y por el gran gozo que nos diste al abrir la Biblia y escuchar Tu palabra, hoy sentimos lo que dijo David en su salmo que estamos memorizando con los niños, “Mi Señor, mi fortaleza, TE AMAMOS”.
El estudio de hoy se trato de ser Sal y luz, la idea grande al igual que la del domingo fue “Los seguidores de Jesús deben de cambiar el mundo” Jesús nos llama a ser sal en este mundo y a ser luz, al igual que la sal es indispensable para muchas cosas, Jesús quiere que nosotras seamos indispensables en Su Reino. Lo mismo que la luz por medio de la luz se descubre lo que hay en la oscuridad, lo mismo quiere que nosotros hagamos que descubramos la oscuridad que hay en el mundo por ver la luz que hay en nosotros, y esto lo hacemos mediante nuestro ejemplo de someternos no solo a Él sino también a la gente que tiene autoridad sobre nosotros en esta vida. El apostol Pedro dice que no importa como sean nuestros jefes nosotros tenemos que someternos a ellos.
Somos Luz y sal por hablar la verdad, por predicar el evangelio no importa las consecuencias que suframos por ello y como dicen los versículos que leeremos a continuación somos luz y sal por las buenas obras que hacemos, no porque las hacemos para que nos vean sino porque a través de ellas damos gloria a nuestro Padre.
»Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo volverá a ser salada? Ya no servirá para nada, sino para ser arrojada a la calle y pisoteada por la gente. »Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Tampoco se enciende una lámpara y se pone debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en casa. De la misma manera, que la luz de ustedes alumbre delante de todos, para que todos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre, que está en los cielos. Mateo5:13-16
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien los hechos maravillosos de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Antes, ustedes no eran un pueblo; ¡pero ahora son el pueblo de Dios!; antes no habían sido compadecidos, pero ahora ya han sido compadecidos.
Amados hermanos, como si ustedes fueran extranjeros y peregrinos, les ruego que se aparten de los deseos pecaminosos que batallan contra el alma.Mantengan una buena conducta entre los no creyentes para que, aunque los acusen de malhechores, al ver las buenas obras de ustedes glorifiquen a Dios el día que él nos visite.
Por causa del Señor, muéstrense respetuosos de toda institución humana, se trate del rey, porque es el que gobierna, o de sus gobernadores, porque el rey los ha enviado para castigar a los malhechores y para elogiar a los que hacen el bien. La voluntad de Dios es que ustedes practiquen el bien, para que así hagan callar la ignorancia de la gente insensata. Hagan uso de su libertad, pero no la usen como pretexto para hacer lo malo, sino para servir a Dios. Respeten a todos. Amen a los hermanos. Teman a Dios y respeten al rey.
Ustedes los criados, muéstrense respetuosos con sus amos; no sólo con los que son buenos e indulgentes, sino también con los que son difíciles de sobrellevar. El soportar sufrimientos injustos es digno de elogio, si quien los soporta lo hace por motivos de conciencia delante de Dios. Porque ¿qué mérito hay en soportar malos tratos por hacer algo malo? Pero cuando se sufre por hacer el bien y se aguanta el castigo, entonces sí es meritorio ante Dios.Y ustedes fueron llamados para esto. Porque también Cristo sufrió por nosotros, con lo que nos dio un ejemplo para que sigamos sus pasos. Cristo no cometió ningún pecado, ni hubo engaño en su boca. Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando sufría, no amenazaba, sino que remitía su causa al que juzga con justicia. Él mismo llevó en su cuerpo nuestros pecados al madero, para que nosotros, muertos ya al pecado, vivamos para la justicia. Por sus heridas fueron ustedes sanados. Porque ustedes eran como ovejas descarriadas, pero ahora se han vuelto al Pastor que cuida de sus vidas. 1Pedro 2:9-25
Señor de nuevo gracias por el gozo que nos das al reunirnos, te pedimos que nos sigas usando en Tu Reino de la manera que tu quieras, somos tuyas Señor, haz en nosotras según Tu bendita voluntad, te lo pedimos en nombre de Jesús, Amén.
Que tengan un lindo fin de semana, no se olviden de orar las unas por las otras y de leer la palabra de Dios, las quiero mucho;
Jackie C.
Gracias Dios por darnos un lindo estudio!!! gracias por esta comunidad tan bonita que Dios nos ha dado para cuidar y amar…. bendiciones a cada una <3