Gracias a Dios por tan linda noche, gracias por tan buen estudio, gracias a todas por compartir sus testimonios y por el ánimo y el trabajo que comparten en esta obra, Dios verdaderamente esta haciendo grandes cosas aquí y nuestro enemigo lo sabe. Gracias a todas porque a pesar de tanta prueba siguen firmes en su fe y esa no es obra nuestra sino de Dios y por eso gracias Señor.
La idea grande del estudio de hoy fue la misma que la del domingo “Sólo Jesús -no la religiosidad- nos hace ser buenos” muchas veces vemos a nuestras obras religiosas como de mucho valor, nos identificamos mucho a través de ellas porque nos hacen ver buenas, aunque las obras en si no son malas las utilizamos de mala forma, como por ejemplo cantar los domingos en un escenario, vestirnos formalmente los domingos, no usar malas palabras o usar palabras religiosas sólo cuando estamos reunidos o cuando hablamos con cristianos, todo esto no es malo, nos hace ver buenos pero nada nos lleva al cielo, el Único que nos puede salvar y hacernos ver buenas es Jesús no el volvernos religiosas, es más Jesús hablaba fuertemente en contra de los religiosos, en los que se creían estar por encima de todos, en contra de los que hablaban mal de él y de sus discípulos por llevarse con gente del mundo y participar en sus fiestas y por no seguir ritos religiosos. Vamos a ver lo que Jesús decía a estas personas;
Porque vino Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y ustedes decían: “Tiene un demonio.” Luego vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y ustedes dicen: “Este hombre es un glotón y un borracho, amigo de cobradores de impuestos y de pecadores.” Pero a la sabiduría la reivindican sus hijos.» (San Lucas 7:33-35 RVC)
Los fariseos y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén, se acercaron a Jesús y vieron que algunos de sus discípulos comían pan con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado. (Los fariseos, y todos los judíos, viven aferrados a la tradición de los ancianos, de modo que, si no se lavan las manos muchas veces, no comen. Cuando vuelven del mercado, no comen si antes no se lavan. Y conservan también muchas otras tradiciones, como el lavar los vasos en que beben, los jarros, los utensilios de metal, y las camas.) Entonces los fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos impuras?» Jesús les respondió: «¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, cuando escribió: »“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. No tiene sentido que me honren, si sus enseñanzas son mandamientos humanos.” Porque ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, y se aferran a la tradición de los hombres.» Es decir, al lavamiento de jarros y de vasos para beber, y a muchas otras cosas semejantes. También les dijo: «¡Qué bien invalidan ustedes el mandamiento de Dios, para mantener su propia tradición!
Jesús volvió a llamar a toda la gente, y les dijo: «Escúchenme todos, y entiendan: Nada que venga de afuera puede contaminar a nadie. Lo que contamina a la persona es lo que sale de ella.» Si alguno tiene oídos para oír, que oiga. Cuando entró en la casa, luego de alejarse de la multitud, sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola. Jesús les dijo: «¿Tampoco ustedes pueden entender esto? ¿Acaso no entienden que nada que venga de afuera y entre en alguien puede contaminarlo? Porque eso no entra en su corazón, sino en su vientre, y al final va a parar en la letrina.» Con esto Jesús estaba diciendo que todos los alimentos son limpios, aunque también decía que lo que contamina es lo que sale de la persona. Porque de adentro del corazón humano salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, las avaricias, las maldades, el engaño, la lujuria, la envidia, la calumnia, la soberbia y la insensatez. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona. (San Marcos 7:1-9, 14-23 RVC)
»Pero ¡ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque le niegan a la gente la entrada al reino de los cielos, y ni ustedes entran, ni tampoco dejan entrar a los que quieren hacerlo.¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoran las casas de las viudas, y como pretexto hacen largas oraciones. Por esto, mayor será su condenación. San Mateo 23:13-14 RVC)
Señor te pedimos de nuevo que nos cuides de la religiosidad y de personas religiosas y legalistas, que nos ayudes a no enfocarnos en la crítica sino en el trabajo que nos das cada día, te pedimos todo en nombre de nuestros Señor y Salvador Jesucristo. Amén
Que sigan teniendo una buena semana.
Las quiero mucho;
Jackie C.