Pero si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado sólo a mí sino, en cierto modo, a todos ustedes (y espero no exagerar). El castigo que muchos de ustedes le impusieron a esa persona, es suficiente. Ahora deben perdonarlo y consolarlo, pues de lo contrario podría consumirlo la tristeza. Por tanto, les ruego que confirmen su amor hacia él. También les escribí para comprobar la obediencia de ustedes en todo. Así que a quien ustedes perdonen, yo también lo perdono. Y se lo perdono, si es que hay algo que perdonar, por consideración a ustedes en la presencia de Cristo; no vaya a ser que Satanás se aproveche de nosotros, pues conocemos sus malignas intenciones. (2 Corintios 2:5-11 RVC)
Buen verso 😉 Perdonar antes que satanás se aproveche de nosotros ;(
Yo me he fijado, más rápido pido perdón y perdono, más rápido se recupera mi corazón y Dios lo guarda del mal, más me tardo en pedir perdón y en perdonar, más rápido crece una raiz de amargura en mi corazón y más rápido se endurece. Y es allí donde Satanás se aprovecha.
Correcto Miss Jackie!!!! Es demas, por mas que se intente discimular cuando no hay un arrepentimiento y un perdón es bien difícil tener paz y empezamos a causarle daño al espítu santo que mora en nuestro ser 🙂 Que Dios nos ayude a perdonar en todo tiempo 🙂