Gracias Señor por la linda noche que nos diste, gracias por la lluvia y gracias por cada una de las personas que vinieron a pesar de la lluvia vinieron a congregarse, gracias también Señor por permitirnos trabajar para Tí, adorarte y escuchar un mensaje de Tú Palabra.
El tema de la enseñanza de hoy fue: “Puertas Abierta y Puertas Cerradas” y la idea grande de hoy fue: “El seguidor de Jesús proclama el evangelio a todo aquel que quiera escuchar” muchas veces nuestro instinto o nuestra naturaleza humana hace que nosotros escojamos a las personas a las que vamos a enseñar el evangelio o a las que no le vamos a enseñar y hacemos esa escongencia de acuerdo a criterios humanos, por ejemplo si me cae bien, si me tratan bien, si pensamos si vale la pena enseñar a esta o la otra persona, a veces hasta ponemos el no en la boca de la persona que Dios nos ha puesto enfrente y por otro lado también queremos empujar y enseñar en puertas que Dios no ha abierto porque no queremos que esta persona se pierda o nos cae bien o es un familiar y empujamos y más bien hacemos que la puerta se cierre más.
Por lo que vemos en la Biblia Dios es el que nos abre y cierra puertas para enseñar el evangelio y nos instruye a escoger nuestra audiencia, Él abre las puertas y Él es el que decide por cuanto tiempo va mantener esa puerta abierta y mientras esté la puerta abierta tenemos que predicar el evangelio a esa persona o grupo de personas no importa si es por 10 minutos o por diez años, también Él es el que cierra las puertas y tenemos que respetar cuando Él las cierra y no ser necios en seguir allí por muy díficil que sea dejar ir a la persona, pero si podemos seguir orando por los que no nos permiten predicarle el evangelio porque el castigo que les espera es eterno, tenemos que dejar a la persona o grupo de personas y buscar personas que si están dispuestas a escuchar desde como tomar la decisión de seguir a Jesús hasta las personas que están dispuestras a escuchar la exortación y la confrontación.
Jesús envió a estos doce, con las siguientes instrucciones: «No vayan por camino de paganos, ni entren en ciudad de samaritanos, sino vayan más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y prediquen: “El reino de los cielos se ha acercado.” Sanen enfermos, limpien leprosos, resuciten muertos y expulsen demonios. Den gratuitamente lo que gratuitamente recibieron. No lleven consigo oro ni plata ni cobre, ni mochila para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el obrero es digno de su alimento. En cualquier ciudad o aldea a la que lleguen, busquen a alguien que sea digno, y quédense allí hasta que salgan. Al entrar en la casa, saluden. Si la casa es digna, recibirá la paz que ustedes le deseen; pero si no es digna, ese deseo de paz se volverá a ustedes. Si alguien no los recibe, ni oye sus palabras, salgan de aquella casa o ciudad, y sacúdanse el polvo de los pies. De cierto les digo que, en el día del juicio, el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, será más tolerable que para aquella ciudad. Mateo :10:5-15
Jesús llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos. Les dio autoridad sobre los espíritus impuros, y les mandó que no llevaran nada para el camino. Aparte de un bastón, no debían llevar mochila, ni pan, ni dinero en el cinto. También podían llevar sandalias, pero no dos mudas de ropa. Les dijo: «Cuando ustedes lleguen a una casa, quédense allí hasta que salgan de ese lugar. Si en algún lugar no los reciben ni los escuchan, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos.» [De cierto les digo que, en el día del juicio, el castigo para los de Sodoma y Gomorra será más tolerable que para aquella ciudad.] Los doce salieron e iban predicando a la gente que se arrepintiera. También expulsaban muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban. Marcos 6:7-13
Jesús reunió a sus doce discípulos y, después de darles poder y autoridad para expulsar a todos los demonios, y para sanar enfermedades, los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. Les dijo: «No lleven nada para el camino. Ni bastón, ni mochila, ni pan, ni dinero, ni dos túnicas. En cualquier casa donde entren, quédense allí hasta que salgan. Si en alguna ciudad no los reciben bien, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos.» Los discípulos salieron y fueron por todas las aldeas, y por todas partes anunciaban las buenas noticias y sanaban enfermos. Lucas 9:1-6
Gracias padre por todas las buenas enseñanzas que nos das de Tú palabra, te pedimos que no seamos personas que escuchan y olvidan, te pedimos que nos ayudes a poner en práctica Tus enseñazas, que nos mantegas enfocadas en predicar Tu evangelio a las personas que tu tienes preparadas para escucharlo y te pedimos que dejemos ir a las personas a las que Tú has cerrado la puerta por muy díficil que sea para nosotras, te lo pedimos en nombre de Jesucristo nuestro Señor, amén.
Dios las bendiga y que tengan una excelente semana;
Jackie C.