Gracias Dios por otro excelente estudio, gracias por cada una de las que nos reunimos hoy aquí, te pedimos que tu mano esté sobre cada una de nosotras y especialmente te pedimos por nuestra querida Kari, que Tu sigas cuidando tanto a ella como a Thiago. También te damos gracias por la vida de Rocio y Lupida por darles un año más de vida.
Hoy hablamos del tema del domingo, el cual fue: “Fe que impresiona a Jesús” la idea grande de hoy fue: “La única forma de acercarnos a Dios es con sumisión y entrega” Nuestro gran problema que es evidente en nosotros como seres humanos es que queremos ser los que dirigimos nuestra vida, somos los soberanos de nuestro mundo. queremos ser soberanos donde tenemos autoridad y eso lo vemos en nuestros hogares, a veces como mujeres queremos hasta tener autoridad hasta sobre nuestros esposos y por ende hasta queremos tener autoridad sobre Dios. En parte queremos ser soberanos porque somos hechos en la imagen de Dios pero la razón principal es por el pecado, esto le paso a Eva cuando comió la fruta del árbol prohibido, Satanás le dijo que iba a ser como Dios y eso le pareció tan bien que mordió la fruta de arbol prohibido.
Sabemos que como hijos de Dios tenemos que dejar a un lado la soberbia y debemos de doblar rodilla de manera sumisa a nuestro Señor, a veces parece imposible, pero vemos en la Biblia muchos ejemplos de hombre y mujeres que fueron sumisos y sumisas y que tubieron muchas Fe, por ejemplo Noe, Abraham conocido como el padre de la fe, Job, Ana, Debora, Samuel, David, , Elias, Eliseo,Ester, María y José, Lidia, Febe, solo para mencionar algunos, estos ejemplos son dignos de imitar en nuestra vida.
En el país de Uz vivía un hombre llamado Job. Era un hombre recto, que amaba y honraba a Dios y no hacía ningún mal a nadie. Job 1:1
Entonces el Señor le preguntó: «¿Y no has pensado en mi siervo Job? ¿Acaso has visto alguien con una conducta tan intachable como él? ¡No le hace ningún mal a nadie, y es temeroso de Dios!» Pero Satanás le respondió al Señor: «¿Y acaso Job teme a Dios sin recibir nada a cambio? ¿Acaso no lo proteges, a él y a su familia, y a todo lo que tiene? Tú bendices todo lo que hace, y aumentas sus riquezas en esta tierra. Pero pon tu mano sobre todo lo que tiene, y verás cómo blasfema contra ti, y en tu propia cara.» Job1:8-11
Aún no terminaba de hablar este hombre, cuando llegó otro con esta noticia: «Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo en casa de su hermano mayor, cuando del desierto llegó un fuerte tornado, y azotó la casa, y ésta se derrumbó sobre tus hijos y los mató. Sólo yo pude escapar para darte la noticia.» Entonces Job se levantó y se rasgó las vestiduras, se rapó la cabeza en señal de luto, y con el rostro en tierra adoró al Señor, mientras decía: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré al sepulcro. El Señor me dio, y el Señor me quitó. ¡Bendito sea el nombre del Señor!» Y en todo esto Job no pecó ni le atribuyó al Señor ninguna mala intención. Job 1:18-22
Señor te pedimos que Tu nos ayudes a servirte con amor y humildad que nos de Fe para mantenernos firmes, que seamos mujeres que les enseñen a otros a tener fe en Ti, te pedimos ésto en nombre de Jesucristo nuestro Señor, amén.
