Por eso, amados hermanos míos, todos ustedes deben estar dispuestos a oír, pero ser lentos para hablar y para enojarse, porque quien se enoja no promueve la justicia de Dios. Así que despójense de toda impureza y de tanta maldad, y reciban con mansedumbre la palabra sembrada, que tiene el poder de salvarlos. Pero pongan en práctica la palabra, y no se limiten sólo a oírla, pues se estarán engañando ustedes mismos. (Santiago 1:19-22 RVC)
Monthly Archives: January 2015
Lecturas de hoy
Versículos para Meditar
Por eso cada uno de ustedes debe desechar la mentira y hablar la verdad con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga, y no den lugar al diablo. El que antes robaba, que no vuelva a robar; al contrario, que trabaje y use sus manos para el bien, a fin de que pueda compartir algo con quien tenga alguna necesidad. (Efesios 4:25-28 RVC)
Lecturas de hoy
Humildad.
Versículos para Meditar
Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús. Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros. 2 Timoteo 2:1-2
Estudio Miércoles 28 de Enero 2015
Gracias Señor por regalarnos una linda noche, gracias por la paz, la tranquilidad, amor y la comunión que existe en éste grupo. Gracias por tan animador estudio y por bendecirnos tanto con tan buenas platicas y testimonios.
La idea grande del estudio de hoy fue : “Jesús nos llama a ser seguidores que hacen otros seguidores”. Hoy vimos el ejemplo más mencionado en la Biblia después del de Jesús y es el ejemplo de Pablo discipulando a Timoteo, vimos como un hombre que en un principio persiguió a la iglesia, se dedicó no solo a plantar iglesias y predicar el evangelio, si o que con su vida, con su ejemplo, con sus consejos y con su entrega pudo discipular a no solo a un jovén, sino que ahora a través de sus cartas nos enseña como nosotros podemos discipular a otras mujeres, a nuestras hermanas, hijas, amigas, etc. Y a su vez, enseñar a ellas como discipular a otras mujeres.
Jesús nos llama a tener en nuestra vida personas lejos de Él a las que tenemos que alcanzar y enseñarles a tomar su decisión de seguirle y también cristianas recien convertidas a las que tenemos que discipular y enseñarles a ser más como Él o incluso cristianas mayores que no saben como discipular a las menores, y para ello tenemos que compartir nuestra vida, abrir nuestras casas, estar dispuestas a darles de nuestro tiempo, como lo hizo Pablo con Timoteo, por muy ocupado que estuviera Pablo dedico mucho tiempo a instruir no solo a Timoteo, sino también a Tito, a Lucas y a muchos más, incluyendo iglesias 🙂
Si enseñas esto a los hermanos, serás un buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal es poco provechoso, pero la piedad es provechosa para todo, pues cuenta con promesa para esta vida presente, y para la venidera. Esta palabra es fiel, y digna de ser recibida por todos. Y por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, y mayormente de los que creen. Esto manda y enseña. Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Mientras llego, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, y que recibiste mediante profecía, cuando se te impusieron las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas, y permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello. Si haces esto, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen. 1Timoteo 4:6-16
Encarga y enseña estas cosas. Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza. En tanto que llego, dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos. Ejercita el don que recibiste mediante profecía, cuando los ancianos te impusieron las manos. Sé diligente en estos asuntos; entrégate de lleno a ellos, de modo que todos puedan ver que estás progresando. Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen. 1 Timoteo 4:11-16
Timoteo, ¡cuida bien lo que se te ha confiado! Evita las discusiones profanas e inútiles, y los argumentos de la falsa ciencia. Algunos, por abrazarla, se han desviado de la fe. Que la gracia sea con ustedes. 1 Timoteo 6:20-21
Tú, en cambio, has seguido paso a paso mis enseñanzas, mi manera de vivir, mi propósito, mi fe, mi paciencia, mi amor, mi constancia, 11 mis persecuciones y mis sufrimientos. Estás enterado de lo que sufrí en Antioquía, Iconio y Listra, y de las persecuciones que soporté. Y de todas ellas me libró el Señor. 2 Timoteo 3:10-11
Señor te pedimos que pongas personas en nuestras vidas a las cuales podamos enseñarles de Ti y también te pido que seamos un buen ejemplo tanto para las que no han tomado su decisión de seguirte, como para las que ya te siguen, te lo pedimos en nombre de Jesucristo nuestro Señor, amén.
Que Dios las cuide, las proteja y las bendiga, Love U 🙂
Jackie C.
Versículos para Meditar
Por el don de la gracia de Dios, que me ha sido dado conforme a su gran poder, yo fui designado ministro de este evangelio. Yo, que soy menor que el más pequeño de todos los santos, he recibido el privilegio de anunciar entre los no judíos el evangelio de las insondables riquezas de Cristo, y de hacer entender a todos cuál es el plan del misterio que Dios, el creador de todas las cosas, mantuvo en secreto desde tiempos remotos para dar a conocer ahora, por medio de la iglesia, su multiforme sabiduría a los principados y poderes en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que llevó a cabo por medio de Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad y confiado acceso por medio de la fe en él. Por lo tanto, les pido que no se desanimen a causa de mis sufrimientos por ustedes. Al contrario, considérenlos un motivo de orgullo. (Efesios 3:7-13 RVC)








