Gracias Señor por tan linda noche, gracias a todas por haber venido y por participar del estudio.
Hoy leimos una historia que muchas veces nos parece divertida pero, como vimos hoy tiene muchisimo significado, se trata de la historia de Jonás.
En ésta historia aprendimos que no nos podemos esconder de Dios, por más reveldes y orgullosos que nos pongamos Dios no nos va a dejar en paz hasta que lo escuchemos así tengamos que ser tragados por un mounstro marino o pasemos por muchas pruebas, Dios nos hará reconocerlo como nuestro Padre y nos hará caer tan bajo como necesite para que lo reconozcamos como el todo poderoso.
Vimos que nuestra rebeldía, nuestro orgullo y desobediencia provocan no solo daño a nosotros mismos, sino que también afecta a personas inocentes, que no tienen nada que ver con nuestra decisión de desobedecer a Dios.
También apredimos que si nos arrependimos Dios que es grande en misericordia nos perdona por nuestra rebeldía, orgullo y desobediencia.
La palabra del Señor vino a Jonás hijo de Amitay, y le dijo: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive, y predica contra ella, porque hasta mí ha llegado la maldad de sus habitantes.» Y Jonás se levantó para irse a Tarsis y huir de la presencia del Señor. Descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis. Entonces pagó su pasaje y, para alejarse de la presencia del Señor, subió a bordo, dispuesto a irse con ellos a Tarsis. Pero el Señor hizo que en el mar se levantara un fuerte viento, y se desató una tempestad tan grande que parecía que la nave se iba a partir. Los marineros tenían mucho miedo, y cada uno de ellos clamaba a su dios. Entonces echaron al mar los enseres que había en la nave, para deshacerse de ellos. Jonás, en cambio, había bajado al interior de la nave y se había echado a dormir. Así que el patrón de la nave se le acercó y le dijo: «¿Qué te pasa, dormilón? ¡Levántate, y clama a tu Dios! Tal vez tenga compasión de nosotros, y no pereceremos.»
Los marineros decían cada uno a sus compañeros:«Vengan, echemos suertes para saber por culpa de quién nos ha sobrevenido este mal.» Y echaron suertes, y la suerte recayó sobre Jonás. 8 Entonces ellos le dijeron: «Dinos ahora por qué nos ha sobrevenido este mal. ¿A qué te dedicas? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué pueblo eres?» Y él les respondió:«Soy hebreo, y temo al Señor, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.» Aquellos hombres tuvieron mucho miedo, y le dijeron: «¿Por qué has hecho esto?» Y como sabían que Jonás huía de la presencia del Señor, pues él mismo se lo había dicho, le dijeron: «¿Qué haremos contigo para que el mar se calme?» Y como el mar se iba embraveciendo más y más, Jonás les respondió: «Pues agárrenme y échenme al mar, y el mar se calmará. Yo sé bien que por mi culpa les ha sobrevenido esta gran tempestad.»
Aquellos hombres se esforzaron para llevar la nave a tierra, pero no pudieron porque el mar se iba embraveciendo más y más. Entonces clamaron al Señor y dijeron: «Señor, te rogamos que no nos dejes perecer por causa de este hombre, ni nos culpes de derramar sangre inocente, pues tú, Señor, haces lo que te parece mejor.» Entonces tomaron a Jonás y lo arrojaron al mar, y la furia del mar se calmó. Y aquellos hombres sintieron gran temor del Señor, y le ofrecieron un sacrificio y le hicieron votos. Pero el Señor tenía preparado un gran pez, para que se tragara a Jonás; y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches. Jonás 1
Señor te pedimos que quites la reveldia y el orgullo de nuestro corazón, ayudanos a ser más obedientes a Tu llamado aunque no nos guste, o le veamos muy díficil, o no nos convenga. Pero sabemos que tu haces todo para nuestro bien, gracias por perdonar nuestros pecado cuando nos arrepentimos. Te pedimos que nos mantegas unidas en un solo espíritu, amén.
El Domingo llega el día tan esperado, la noche de ¡ADORACION!, por favor sigan invitando a sus amistades para éste evento.
Dios las bendiga;
Jackie C.