La noche ha avanzado, y se acerca el día. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas, y revistámonos de las armas de la luz. Vivamos con honestidad, como a la luz del día, y no andemos en glotonerías ni en borracheras, ni en lujurias y lascivias, ni en contiendas y envidias. Más bien, revistámonos del Señor Jesucristo, y no busquemos satisfacer los deseos de la carne. Romanos 13: 12-14
Muchas veces vivimos como que el fin no está cerca, y la verdad es que está más cerca de lo que pensamos, tenemos que vivir revestido de nuestro Señor Jesucristo para que cuando no llegue ese día no estemos cargadas de tanta oscuridad.
Que bonito verso para reflexionar! Gracias Jackie 😉