Cap. 8 de Sigueme

Gracias a todas por haber venido al estudio y a sus esposos por habernos acompañado en la cena, que bonito es ver a todas las familias, espcialmente ver como los niños aprenden del amor y la justicia de Dios a tan temprana edad, ellos se lo van a agredecer cuando sean adultos.

Hoy sólo quería que recordaramos los frutos del Espíritu Santo y para ello sólo voy a copiarlos de Gálatas 5

Digo, pues: Vivan según el Espíritu, y no satisfagan los deseos de la carne.

Porque el deseo de la carne se opone al Espíritu, y el del Espíritu se opone a la carne; y éstos se oponen entre sí para que ustedes no hagan lo que quisieran hacer.
Pero si ustedes son guiados por el Espíritu, no están ya sujetos a la ley.
Las obras de la carne se manifiestan en adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas. Acerca de ellas les advierto, como ya antes les he dicho, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza. Contra tales cosas no hay ley. Y los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Si vivimos por el Espíritu, vivamos también según el Espíritu.
No nos hagamos vanidosos, ni nos irritemos unos a otros, ni sintamos envidia entre nosotros. Galatas 5:17-26

One thought on “Cap. 8 de Sigueme

Leave a Reply to Karina Mendez Cancel reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *